¿Por qué quieres ahorrar?

Sé que quieres ahorrar y que en algún momento te lo has propuesto y has comenzado a ahorrar, pero pasan los días, pasan las semanas y…

¿Qué ocurre?

Te llegan gastos que no tenías en cuenta…

encuentras el artículo o producto que querías a un precio muy rebajado…

te apetece ir a ese restaurante que hace tiempo que no vas…

o al cine…

Entonces, gastas parte o el total de ese poco dinero ahorrado que tenías y te sientes bien al principio, pero después vuelves a darle mil vueltas a “no consigo ahorrar”.

¿Qué es lo que está pasando?

La razón es muy sencilla: La falta de foco en lo que quieres conseguir.

El día a día te ha vuelto a comer y vuelves a la rutina anterior.

Ahorrar es eso precisamente, un hábito que debes convertir en una rutina diaria, pero no lo conseguirás si no tienes la motivación adecuada, el por qué estás ahorrando.

Aunque parezca obvia la pregunta y la respuesta que quieras dar es sencilla, lo que más te costará es mantener ese por qué vivo durante el tiempo.

Ese “por qué” debe ser lo suficientemente fuerte como para alimentar tu motivación día tras día.

Claro que debes permitirte ciertos caprichos en un momento dado, no seré yo quien te diga lo contrario, pero lo importante es saber cuándo permitírtelo.

¿Estás aquí para ahorrar a corto plazo o estás aquí para conseguir salir de deudas, ahorrar para tu fondo de emergencia y lograr mejorar tu economía para ti y para los tuyos?

Después ya tendrás tiempo para gastar el dinero pero sin caer en el remordimiento de que no puedes ahorrar.

Por lo tanto, antes de ahorrar busca tu por qué. Qué es aquello que quieres conseguir y por qué lo quieres conseguir.

Anota QUÉ quieres conseguir y POR QUÉ en dos tarjetas (tamaño tarjeta de crédito) y deja una en tu cartera y otra en tu mesita de noche. Léelas a menudo, sobre todo durante los primeros 21 días.

Esta técnica es muy utilizada para conseguir objetivos a largo plazo en la vida sin perder el foco o la mirada puesta en aquello que quieres conseguir.

Deja un comentario